4 pasos para encontrar a tu media naranja

Encontrar a una pareja estable y verdaderamente feliz es cada vez más escaso. Aunque las mujeres somos románticas y esperamos ese “príncipe azul”, “naranja y media”, “media naranja” o como quieran llamarlo, cada vez es más difícil encontrarlo ¿Por qué pasa eso? La respuesta es simple, porque buscamos de la manera equivocada.

La palabra de Dios nos enseña cómo hacerlo y no fallar en el intento. A continuación los 4 secretos para encontrar el hombre/mujer de tus sueños:

1. Tener amistades correctas

-No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque «las malas compañías corrompen el buen carácter»- (NTV. 1 Corintios 15-33)

Es un punto tan básico, pero muchas veces incurrimos en este error. Es usual que si te la pasas con un grupo de amigos que no comparten tu forma de pensar, vas a terminar aceptando lo que ellos creen y alejándote de los principios que rigen tu vida.

Tampoco se trata de tener una actitud de ‘ostracismo’ y no hablarse con nadie que va en contravía de tus creencias. El error está en tener una compasión equivocada y creer que al estar compartiendo con esas personas, las vas a cambiar. “El Salvador del mundo es Jesús, el Señor tiene más compasión que nosotros, él es un Dios totalmente compasivo, que ama a la humanidad, y por eso ha dado a su hijo por nosotros”.

Cuida ese círculo tan cercano y fíjate en que las amistades correctas son las que te acercan a Dios, no las que te alejan.

2. Guardarse del mundo

-No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.»- (RV. 1960. 1 Juan 2: 15-17)

Si estás con Dios, él te dará la fuerza para vencer las tentaciones que se te puedan presentar. Si eres obediente a lo que dice la palabra de Dios, te aseguró que nos vas a tener problemas. Muchas veces caemos en errores porque queremos hacer las cosas a nuestra manera. Escucha a Dios porque él SIEMPRE anhela lo mejor para ti.

3. Saber esperar el tiempo de Dios

Esperar el tiempo correcto de Dios nos trae muchos beneficios, pues detrás de habrá un propósito. Estas son algunas de las razones por las cuales debes creerle a él y no a lo que dicen los demás:

  • Mientras esperas puedes enfocarte en trabajar en tu carácter, para que así estés preparado para no fallar cuando llegue la persona indicada. “El éxito se presenta cuando estamos preparados para tomar la oportunidad”
  • No te dejes llevar por la cultura de “todo rápido y ya”. Dios quiere probar tu corazón y ver si estás capacitado para confiarte una gran bendición.
  • Esperar es posible cuando eres obediente y si eres obediente, recibes bendiciones. Ejemplos hay demasiados, pero el más destacado es el de Abraham quien espero muchos años, pero al final vio la promesa de Dios hecha realidad
  • Nos ayuda a adaptarnos a los cambios y a no apegarnos a lo que se fue. Siempre recuerda que los pensamientos de Dios son más altos que los tuyos (Isaias 55:9). Si te apropias de esta palabra, no habrá apego y si tienes que soltar algo lo harás fácilmente.
  • Y lo mejor para el final: podrás conocer la fidelidad de Dios, pues él nunca llega tarde y nos premia con lo mejor

Mientras espera cuida tu mente y aliméntala con lo mejor: dedica cada día a acercarte más a Dios. Él te ayudará y te consolará cuando lo necesites.